Por Luis Jorge Contreras Rojas | Docente en Centro Universitario Inglés
El pasado mes de abril, el gobierno federal dio oficialmente por terminada la pandemia en México, esto, después de casi 3 años de iniciada. Eran finales del 2019 cuando en china oíamos de una nueva enfermedad y pensábamos que era muy poco probable, por no decir casi imposible, que llegara a México, sin embargo a principios de 2020 (entre Marzo y Abril) se declaró la pandemia y tanto la vida personal como la profesional cambió.

La contabilidad tal cual la conocíamos se vio afectada en sus procesos: ya no podíamos recibir las facturas de manera física, la recepción de los comprobantes y la entrega de los contra recibos para su pago, la recolección del cheque de pago ya no se podían hacer de manera personal, la validación de los requisitos fiscales, la emisión y presentación de las estados financieros, el análisis de las cuentas, se vieron en la necesidad de sufrir cambios. El trabajo vía remota se volvió obligatorio y las empresas se vieron forzadas a adaptarse a este, así como a otras medidas, por ejemplo: el alta de nuevos proveedores en plataformas, automatización de tareas como las conciliaciones, programas contables a distancia, etc.

Todos estos cambios han ayudado a las empresas a ser más eficientes, sin embargo es necesaria una buena supervisión, con el fin de evitar posibles errores. En cuanto a los costos, podemos decir que los fijos disminuyeron, esto debido a las rentas que ya no eran necesarias; los gastos por luz, agua, teléfono, y similares, de igual manera se vieron reducidos. Es por ello que muchos de estos cambios no se irán, por el contrario se perfeccionaran y permanecerán en el futuro, lo que dará como resultado que el perfil del contador público se vea modificado con el fin de contar con las habilidades necesarias, para estos cambios, lógicamente la tecnología se ira haciendo mucho más eficiente en estos campos de oportunidad.
Para la Federación Internacional de Contadores (IFAC) estos cambios, tanto de procesos como de presentación y entrega de la información no han pasado desapercibidos, es por ello que han puesto a disposición guías y consejos en cuanto a la contabilidad y la información financiera, muchas de estas fuentes de información están disponibles cómodamente en el centro de información sobre el Covid-19 de la IFAC.
A continuación algunos de los aspectos clave que nos menciona y debemos tener presente:
¿Cómo deberían evaluar las empresas los hechos relacionados con el Covid-19 ocurridos después del periodo sobre el que se informa?
¿Cómo deberían las empresas evaluar un negocio en marcha?
¿Cuáles son los otros efectos, por evaluar, significativos en la contabilidad y presentación de informes?
Mediciones del valor razonable (NIIF 13 – Medición del Valor Razonable)
Medir las evaluaciones de pérdidas crediticias esperadas conforme a la NIIF 9 – Instrumentos Financieros
Contabilidad de coberturas: cuando una empresa aplica la contabilidad de coberturas como parte de su estrategia de gestión de riesgos conforme a la NIIF 9 – Instrumentos Financieros
Para más detalle a estas preguntas y dudas, así como otras podemos dirigirnos a: https://www.ifac.org/knowledge-gateway/discussion/covid-19-response-recovery